OPINION

 

Si hablar fuera de plata...

Mariam Ali Mohamed

Gracias a quien ofreció a los saharauis (y no saharauis) la oportunidad de poder expresarse libremente a través de este foro y gracias, también, a todos aquellos que demuestran que los saharauis no solamente somos una comunidad de beduinos, que su pensamiento no va más allá de la jerarquía y el poder tribal.

Toda comunidad o estado tienen su historia y sus epopeyas las escriben los hombres y mujeres de dicha nación.

Los saharauis hemos venido escribiendo nuestra historia desde tiempos remotos y aunque Dios o el destino no han estado a nuestro favor, tampoco los mortales han sido nuestros mejores aleados. Hemos pasado de las garras de un depredador para otro.

Los mortales no son omnipotentes y su poder se limita a tergiversar la realidad, blasfemar o imponer con la punta de sus armas para hacer valer su punto de vista. Nosotros, los saharauis, no hemos tenido que tergiversar la realidad, blasfemar ni imponer con la punta de nuestras armas la justeza de nuestra causa. Muchos han sacrificado sus vidas cuando el momento lo precisó y muchos otros seguimos sacrificando nuestra juventud y nuestras fuerzas en las entrañas de un exilio infernal, esperando la hora que nos toque el sacrificio. Vemos los errores de nuestros dirigentes y sus deficiencias, pero también valoramos el esfuerzo que algunos de ellos hacen. No perdemos la esperanza de que algún día soplarán vientos de victoria. Porque si hace más de treinta años estos dirigentes empezaron su lucha y alimentaron alguna vez nuestras esperanzas con sus conquistas, hoy son otros como Aminatu Haidar, Ali Salem Tamek y todos los jóvenes y mayores de los territorios ocupados del Sahara Occidental, los que hacen arder nuestra ansiedad y convierten el espejismo en claridad con sus voces y acciones pacíficas donde más le duele al enemigo.

Por lo tanto, utilicemos este foro como medio para apagar la injusticia que padecemos y no como fin para destruir nuestras esperanzas.

Los que de verdad quieren cambiar las cosas, que vengan a saborear la amargura del destierro o que vayan al frente de batalla para pagar el precio de la libertad. 

25.01.06


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