OPINION

 

CRONICAS METROPOLITANAS

Negociar con un okupa

FEDERICO ECHANOVE

Al margen del incidente de los aviones militares cerca de Melilla, respecto del que Ana Palacio y el Gobierno central se han deshecho en excusas con Mohammed VI, y de la declaración de la UE de convertir a Marruecos en la principal prioridad de su política de vecindad después de la ampliación, la semana pasada fue testigo de un suceso a no muchos kilómetros de las costas canarias que pasó casi absolutamente desapercibido para la prensa: el hundimiento por la Armada marroquí de un pesquero mauritano en aguas del Sahara Occidental y muy cerca de Dajla, la antigua Villa Cisneros. Que, como en tantas otras cosas, el ministerio que dirige la Doña haya querido desentenderse del asunto y mirar para otro lado, olvidando que, según Naciones Unidas, Marruecos no dispone legalmente ni siquiera de la administración de las aguas del Sahara, aunque la ejerza "de facto", no es lo más significativo. Lo más curioso del caso es que el hundimiento del buque se produjera en aguas cercanas a Dajla, un territorio que los ominosos Acuerdos Tripartitos de 1975 atribuyeron a Mauritania y que, de hecho, estuvo administrado por aquel país hasta 1979, en que firmó la paz con la República Arabe Saharaui Democrática.. Y es que aunque los mentados acuerdos nunca han sido legales ni los ha reconocido la ONU, ni siquiera remitiéndose a ese falso título jurídico podrían alegar los marroquíes ningún derecho, mas que el de la mera ocupación, sobre el lugar en que se produjo el hundimiento. ¿Es en esto en lo que van a quedar al final las patrullas conjuntas?

Por otro lado, Coalición Canaria ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de las aguas territoriales, una reivindicación que no solamente plantea problemas de carácter técnico &endash;la Convención de Derecho del Mar no autoriza las aguas interiores para los archipiélagos que forman parte de un Estado, por lo que habría que modificarla- sino que podría vulnerar los derechos del pueblo saharaui en el momento en que se negociara con Marruecos la delimitación de la mediana al sur de Cabo Juby (Tarfaya), en donde cualquier acuerdo, según reconocen en Exteriores, sólo podría tener carácter provisional, si bien ése no es el caso del norte, en donde están las prospecciones de Repsol, que en ningún caso invadirían aguas saharauis.

Es deseable que algún día se fijen los espacios marítimos canarios con todas las bendiciones del derecho internacional, pero éstas no podrán llegar nunca con perjuicio para terceros, ni negociando con quien, con todos los respetos para el comendador de los creyentes, no es mas que un okupa, aunque no haya más remedio que alcanzar con él algún tipo de coexistencia pacífica en materias como inmigración o protección del medio ambiente. Si lo que Coalición Canaria quiere es diferenciarse en algo del PP durante la campaña electoral, no ha escogido el mejor asunto.

9 de febrero de 2004

federico29@ozu.es
EL MUNDO- LA GACETA DE CANARIAS


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