La filosofía de la expansión, existió desde que el ser humano comenzó a pensar en " lo de los demás". Para ello, utilizaba eso que llaman la " guerra ". Ese salvaje acto, que algunas veces me pregunto, como lo llamaban antes.
Pero lo cierto, creo, que la guerra nació con el hombre. La sangre se derramó desde que se inventaron los sacrificios. Los Dioses. Reyes o jefes de grupos y tribus.
¿ Los causantes?. Siempre fueron los fuertes, que buscan grandeza, o los humillados, que explotan contra la humillación.
¿ Las causas?. Han ido "evolucionando" con el tiempo. Grandiosidad, esclavitud, colonialismo, reparto de las zonas pensando en las riquezas o la geopolítica, y lo que surgirá en el futuro.
Hoy, tenemos instituciones y Derecho Internacional, que es un paso importante hacia la civilización, para resolver todo conflicto naciente, antes de que se vuelva crónico. Pero no se puede avanzar, por el momento, para crear el mundo de la justicia y la paz, debido al doble rasero con que se analizan los actos y se ejecutan las resoluciones.
Hasta ahora, desgraciadamente, la verdadera legalidad internacional, queramos o no, son los intereses económicos primero, la seguridad de éstos segundo y en el tercer lugar, siempre que no dañen los mencionados anteriormente, viene la justicia, la democracia, los derechos humanos y todas los conceptos agradables en los oídos de la opinión publica.
Esto me recuerda una pequeña anécdota con doble sentido, que me contó un anciano saharaui, a raíz de la invasión militar marroquí al Sahara Occidental, en la que perdió dos hijos bajo las bombas de NAPALM. Decía: " Un león, un erizo y un chacal, se van de caza. Consiguen cazar una gacela, una liebre y una hiena. Al medio día, el león ordenó, el reparto al chacal. Este dijo: Sí señor: la gacela para el rey, la hiena para mi y la liebre para el erizo.
El león enfadado, le pegó una patada rompiéndole la mandíbula y dio orden al erizo, para repartir la comida. El erizo dijo: Sí su majestad: ¡La gacela tu comida, la hiena tu cena y desgraciado quien toca contigo la liebre!.
El león sonriente le dijo: Que inteligente eres.¿ De donde sacaste estas ideas?. El erizo respondió: ¡De la mandíbula del chacal señor!".
Partiendo de esto y de todo lo que esta ocurriendo en el Oriente Medio, quiero llamar la atención a cerca de otra guerra, adormecida en el norte de África.
Después de 17 años de ese horroroso acto salvaje y 12 años en los que Naciones Unidas no fue capaz de aplicar el plan de paz, firmado por las dos partes, sigue allí un escenario de ni guerra ni paz, una peligrosa situación de inestabilidad, su único responsable es la intransigencia del régimen de Marruecos.
Cualquier persona, amante de la paz y la justicia, que reflexiona sobre la expansión o la invasión militar marroquí al Sahara Occidental, llegaría a las mismas conclusiones, tras el examen de un conjunto de veredictos y resoluciones aprobados en los más altos niveles internacionales, de los cuales menciono los siguientes:
Por ultimo, hemos vivido, un interesante debate, en el Consejo de Seguridad, a finales de julio que se cerró con una importante resolución, donde se llama al respeto de los derechos del pueblo saharaui.
La conclusión fundamental, seria preguntarse: ¿Que espera la Comunidad Internacional, para utilizar todos los esfuerzos necesarios, con el objetivo de llevar a cabo la aplicación de un principio universal que costó a la humanidad trabajo y sacrificio conseguirlo: el derecho de autodeterminación?
Para la estabilidad, hace falta democracia y ésta no existirá sin justicia. La justicia necesita resoluciones y medios. Las primeras esta a favor del pueblo saharaui. ¿ Quién pone los medios? Una pregunta sin respuesta hasta ahora.
Nuestro deseo y a lo que llamamos, es al mantenimiento de esta histórica movilización actual, esta extraordinaria conciencia publica, que ha resucitado de forma global, activa y dispuesta a saber todo lo que hacen los políticos, elegidos por ella, en su nombre y que avance exigiendo la solución de todos los conflictos que existen en nuestra orbe, así como la creación de verdaderos proyectos de cooperación y desarrollo en el tercer mundo, para construir una política justa, ya que toda solución injusta lleva en su seno la inestabilidad, un mundo humano y democrático, donde se respeta al ser y " lo suyo".
1 de mayo de 2003