OPINION

 

Emoción  y  rabia

Brahim Salem Z.A

 

Qué orgullo de sentirse saharaui. Que emoción nos ha invadido al leer el artículo de Rosa Montero en el diario El País (20-09-05) acerca de las luchadoras por los derechos humanos Jamila Mujahed de Afganistán y la saharaui Aminetu Haidar. Es un reconocimiento a la valentía de una de las mujeresa saharauis más destacadas en la historia reciente. Aminetu es un vivo ejemplo de nuestra lucha  por la supervivencia, es el orgullo de las mujeres y hombres saharauis. Dice Rosa Montero que  después de tres años de cárcel y desaparición  lo más fácil  para Aminetu "habría sido esconder la cabeza" pero para gente como ella no hubo elección. El camino fácil no existe. Se esfumó con la aparición de la  infame "marcha verde", el día en que las tropas del sultán cruzaron la frontera.

El recorrido de Aminetu no ha sido facil y las secuelas aún las padece su cuerpo. De  cárcel a tribunal militar y de éste al hospital, para de nuevo, volver a la cárcel. Esta mujer de frágil sonrisa y voluntad de hierro, se yergue desafiante ante la maquinaria del terror, se alza sobre sus miserables métodos y con su inquebrantable resistencia nos llena de fuerza y determinación a todos. Me la imagino cada anochecer en las mazmorras de sus verdugos, débil, carcomida e inconsciente, batiéndose entre la vida y la muerte y  comprendo que no está sola. Que está en cada uno de nosotros y que el grito de su silencio nos conmociona a todos y nos hace sentir sus mismas esperanzas y sus anhelos. Aminetu es el verdadero retrato de una mujer saharaui.  

Mme Saadani Ma Oulainine (como lo escribe la agencia MAP) es también una mujer saharaui, desgradiadamente y muy a nuestro pesar. Pero es de otro molde. Del que nos hace avergonzarnos de ser saharauies. Qué rabia nos consume cuando leemos sus "souvenirs douloureux" y las alucinantes historias de sus años de "deportación" donde se formó de socióloga en Cuba. Mme Saadani Ma Oulainine SI tuvo elección y escogió el camino fácil. Pero no se contentó con esconder la cabeza, no, ha decidió hacerle el juego sucio a los verdugos de hermanas suyas, como Aminetu Haidar.

El recorrido de Mme Saadani Ma Oulainine ha sido tan de rumba como sus apretados jeans y las gafas de Ray Ban oscuras que cubrian su pelo negro crespo. A ella le gusta la buena vida y todo el que se la puede propiciar es bienvenido. Su vida ha sido de exquisito sabor "a caña y a café". Del avión al hotel y de este al coche oficial y de nuevo al hotel. Esta mujer de mirada triste y  travestida conciencia, ha decidido destilar todo su odio y rabia sobre su pueblo y sobre otro pueblo que le abrió los brazos y la mente. Nos avergüenza a todos y nos hace sentirnos mezquinos e ingratos. Mme Saadani Ma Oulainine, ni siquiera ha sido fiel a la memoria de su padre que, sin entrar en cuestionar la injusticia que se  pudo o no haber cometido en su contra, falleció respetado por los suyos y aunque tuvo todas las oportunidades que quiso para irse a donde quisiera, no lo hizo. Tampoco ha hecho justicia a sus compañeros de estudios que se sienten muy afortunados por haber tenido la oportunidad de formarse en Cuba, en una época en que sus padres fueron expulsados de sus hogares por el NAPALM y el fósforo blanco de los que ahora patrocinan sus viajes y charlas. "Los caribeños" como se les conoce en los campamentos, son un ejemplo de disciplina y profesionalidad y  se han ganado el respeto y la admiración de su pueblo. Ninguno se siente „deportado‰ y todos  hacen que la vida sea un poco más fácil en los campamentos. A Mme Saadani Ma Oulainine me la imagino en sus largas noches de insomnio entre el remordimiento y la memorización de su próximo guión.

Los que hemos estudiado en Cuba y nos consideramos afortunados, somos la inmensa mayoria y rechazamos, tajanemente, el mercantilismo y la sevidumbre de este reducido grupo de vendidos que nos utiliza para alimentar su insaciable bajeza. 

Aminetu (que no se merece la más mínima atención en las charlas "humanitarias" y "emotivas" de Mme Saadani Ma Oulainine) es en si un monumento vivo a la resistencia y tesón de la mujer saharaui. Mme Saadani Ma Oulainine, es el monumento a la traición, a la cobardía. Podrá esta "niña llevada por su amor paternal" mirar en los ojos de Haya y decirle que ella trabaja para los verdugos de Aminetu? Tiene el coraje de mirar en los ojos de la pequeña Zoura Tamek?  

Tiempos difíciles para los saharauis, emoción por la admiración que produce la voluntad de Aminetu y demás presos políticos  y rabia e indignación por las falacias y la manipulación de un reducido grupo de carroñeros aprovechadores.                 

Aminetu Haidar ya se ha ganado un merecido  lugar en la historia.  De  Mme Saadani Ma Oulainine solo se escribirán historietas tristes y de final incierto.

Brahim Salem Z.A

27/09/05

 

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