OPINION

 

Una propuesta

 Francisco Vega *

          
Ante la actual situación de posible solución a tantas décadas de sufrimiento, quisiera aportar una propuesta.

Los españoles sabemos lo que significa soportar una dictadura durante cuarenta años. Y, también sabemos, que cuando las condiciones no hacen posible conseguir el todo, hay que negociar y ceder, para conseguir una parte.

Eso ocurrió al final de la dictadura franquista. No fuimos capaces de lograr la ruptura democrática, y tuvimos que aceptar la reforma, con el Borbón incluido.

Quizás, habría que contemplar que, cuando no se puede lograr el todo, es mejor lograr una parte, que seguir sin nada. Si parto de que no tengo nada y mi objetivo es conseguir diez, será mejor si consigo cinco, que si me sigo quedando sin nada.

Ya en el año 2002, se planteó en el marco de la ONU, la posibilidad de "debatir o negociar una división del Territorio como solución política a la controversia relativa al Sahara Occidental": Informe S/2002/178

La recuperación de una parte del territorio, es una opción. Sin duda, no es el diez, pero seamos conscientes de que el diez, no se logra nunca en una negociación. En una negociación, se puede lograr la mitad, y esa mitad, es más que nada. Mucho más que nada.

Una propuesta de división, podría ser, trazando una línea desde el punto en el que confluyen las fronteras de Argelia y Marruecos, por el sur, diagonalmente hasta el mar. Así quedaría una conexión natural con Argelia.

Es una propuesta fraternal, de quien se considera un amigo del pueblo saharaui. "Que crezcan mil flores".

(*) Propuesta personal de Francisco Vega, miembro de la Comisión Ejecutiva Federal de Izquierda Republicana.

Junio de 2007


Respuesta a Francisco Vega
Mustapha M-Lamin Ahmed.

 Los españoles han vivida, en efecto, bajo dictadura durante cuarenta años, pero desde la invasión napoleónica no han vuelto a sufrir ninguna otra invasión, ni tan siquiera fueron salpicados por la expansión Nazi (por los motivos que todos conocemos, entonces la luna de miel era entre el Caudillo y el Tercer Reich, ahora los recién casado son ZP y Mohamed VI), ni posteriormente liberados (en una invasión benéfica, al estilo ONEGÉS en África) por los aliados acabada la segunda guerra mundial. Los saharauis estamos sufriendo una invasión militar de un país vecino desde hace más de tres décadas. Los marroquíes, viviendo bajo dictadura, son los que deberían preocuparse por su almacén político del todo y la nada.

En su baile de cifras y objetivos quisiera puntualizar lo siguiente:

Los saharauis, conscientes de las dificultades que supone conseguir el diez, nos hemos sentado a negociar con nuestros invasores, les hemos dado la oportunidad de conseguir nuestra inclusión en su territorio, a través del referéndum, y le tendimos la mano a nuestro verdugo firmando un alto el fuego en el plan de arreglo de 1990. Y esto supuso renunciar el diez. El sobresaliente dejó de ser nuestro objetivo, y ahora el objetivo es el ocho, es decir, un notable;

Hemos aceptado la inclusión en las listas de votantes de todo marroquí residente en el Sahara desde antes de la invasión hasta 1999. Aquí se esfumó el ocho. La cifra descendió y se fijó como objetivo el cinco, o sea, un aprobado;

Marruecos, amante de las divisiones territoriales, y así lo demostró dividiendo el territorio con Mauritania, dio con un portazo en las narices a la propuesta de división del territorio del año 2002. Adiós al cinco. Volvimos a bajar la cifra tolerando el suspenso;

Ahora el objetivo es el tres. El plan de arreglo de 2003, conocido como Plan Baker (pronúnciese Beiker), aprobado por unanimidad por el Consejo de Seguridad de la ONU, fue rechazado categóricamente por la monarquía alauí, aún siendo el máximo beneficiado de dicho plan. Aceptando el mencionado plan los saharauis, haciendo desaparecer la RASD, nos hemos conformado con el NO APTO. ¿Se necesitan más sacrificios para arreglar el conflicto?, la cosa sigue;

Por último, sin evaluación, le hemos puesto a Marruecos en bandeja de plata todos los recursos naturales de nuestro territorio en la propuesta presentada por el F. POLISARIO ante la ONU el pasado mes de abril, conformándonos, no ya con el dos ni el uno y medio, sino con el escueto y raso UNO.

Seguir renunciando significa desaparecer.

Mustapha M-Lamin Ahmed.

tinduf12@hotmail.com
01.07.07

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