Con la anuencia de arso, claro está, no va a poder, este foro escrito, escapar de las reflexiones que surjan en torno a ese otro foro hablado. Me refiero a la revolución cibernética, me refiero al Paltalk.

En los tiempos de la Revolución francesa, los recintos más ilustres sirvieron de cobijo para el debate académico e intelectual de las brillantes ideas que luego Francia irradió a medio mundo. Carentes de la elegancia arquitectónica de los palacios parisinos, asistimos al Paltalk para intercambiar ideas y opiniones.

Es ahí en ese foro, desde luego, donde se puede tomar el pulso a la sociedad saharaui. Y es, también, donde adquiere toda su dimensión el término transnacional con el que algunos han querido adjetivizar el conflicto saharaui. En efecto, ahí acuden saharauis desde los cinco continentes. Naturalmente, el uso del tiempo no ayuda mucho y aquí la reina es El Aaiún. Todos los horarios se hacen en referencia a El Aaiún. Es la meca virtual y real de aquellos que tienen que ajustar sus horarios a esta metrópoli del ciberespacio saharaui.

El programa informático ofrece la posibilidad de abrir tantas salas como temas se desea. Pero los saharauis siempre acuden a la misma sala. A lo sumo dos.

El tema estrella en estas salas es la cuestión nacional. O sea la independencia. La información en tiempo real permite vivir los acontecimientos en el momento mismo en que suceden. Y dada la variedad de gente que entra en la sala, siempre hay alguien cercano al lugar de los hechos que traslada la noticia recién salida del horno. De modo que el análisis de las noticias ocupa buena parte de los debates en estas salas. Pero en buena medida la gente que asiste se dedica a opinar y debatir sobre la invasión marroquí, la intifada, la desilusión en la ONU y la denuncia de la pasividad de la MINURSO.

La uniformidad ideológica que hay detrás del debate de dichos temas no ofrece lugar al debate y el disentimiento, de modo que de un tiempo a esta parte ha empezado a surgir un combinado de temas que eleva varios grados la temperatura del gélido ambiente cibernético. Con lo cual, los habituales Administradores, con Callefuente y Lawlad a la cabeza, se han tenido que ajustar a las nuevas demandas del público asistente. O sea, ensanchar los márgenes del debate. Ya no se expulsa a nadie por exponer una opinión distinta. Afortunadamente, todo el mundo se ha puesto de acuerdo en que dejando a salvo el irrenunciable derecho a la independencia, todo lo demás es opinable.

Para llegar a semejante conclusión hemos tenido que atravesar un largo camino. Desde oponerse a las opiniones disidentes, y yo el primero, pasando por la apertura de salas distintas a la sala tradicional, hasta permitir y aplaudir el debate de los temas más conflictivos.

Es cierto que la rigidez inicial de la llamada 'room lekbira' no facilitaba ciertos debates, lo que en más de una ocasión ha obligado a otros a emigrar hacia otras salas, con el consiguiente corrimiento del público hacia esas otras salas mucho más animadas, desde el punto de vista del debate. Ante la avalancha de salas que brotan como setas, algunos se vuelven insistentes alegando la necesidad de la unidad en la misma sala. En Internet, también, se invoca el principio de la unidad nacional. Parece como si confundieran la unidad nacional con la unidad de criterio, con la uniformidad de pareceres. En este sentido sucede que aún consiguiendo esa aparente uniformidad virtual, la realidad seguirá siendo, tozudamente, otra.

Y es que las ilusiones virtuales siempre son un reflejo fiel de los temores reales. Cuando en un medio virtual como este se apela tanto a la unidad nacional hasta el punto de querer poner límites a Internet, como es el caso de pedir que sólo haya una room para los saharauis. Ello es, sin duda alguna, un reflejo psicológico de ese temor que anida en las mentes de que la unidad nacional está en serio peligro.

Por otra parte, la sola lectura de los nickname que utiliza el personal refleja de forma nítida el grado de nacionalismo con el que nuestra gente se zambulle en estos mares cibernéticos.

Cuando un marroquí camuflado entra en la room y empieza a cantar proclamas a favor de Marruecos otra Administradora de la room, apodada Sahra Libre, con dulce voz femenina le espeta: 'En nombre de la República Saharaui, dispongo tu aniquilación'. Y zas!!!. Lo expulsa. El público asistente, encantado con tan solemne proceder, aplaude las formas y la liturgia republicanas.

Y es que hasta en la red somos republicanos, '7aqiqatan'

P.D. No puedo dejar pasar la ocasión sin rendir un cálido homenaje a ratel, EL AAIUN, Arra39, Conde y otros muchos por su incansable labor de difusión de la Causa saharaui en los océanos del Paltalk.

Huneifa ibnu Abi Rabiaa (ibnuabirabiaa@yahoo.es)

13.05.06

--> Paltalk es un programa descargable gratuito que permite la charla de voz y de texto simultáneas.