PRIMER ESCENARIO POSIBLE y muy probable. Que de aquí a doce
meses no pase nada digno de mención en el plano internacional;
que el alto el fuego siga vigente; que la MINURSO, con menos efectivos
o más, siga estando sobre el terreno; que las cíclicas
prórrogas de esa misión se sigan produciendo; que
algún pez, de cierto peso, abandone; y que el SPS siga emitiendo
informes sobre la Intifada. Más aún, que la
percepción social, en septiembre y octubre de 2007, siga siendo
la misma que ahora. O sea que la gente siga teniendo, en octubre de
2007, el mismo negro horizonte que hoy.
SEGUNDO ESCENARIO POSIBLE y muy poco probable. Que suceda algo raro en
el mundo que permita a los saharauis soñar con tener la libertad
a un par de primaveras. Que, por ejemplo, Irán se haga con el
arma atómica; que esa tecnología pase a Argelia; y
que...siga Ud, estimado lector, imaginando. En cuanto a la
opción bélica, creo que el abuso, por reiteración,
en la amenaza con retornar a las armas ha restado mucho gramaje a
nuestra capacidad de infundir miedo.
De aquí a doce meses vista, estaremos inmersos en la
campaña del XII Congreso General del F. POLISARIO. Descartada la
opción bélica y dando por bueno el primer escenario
posible, qué cabe esperar de dicho Congreso?. Ciertamente, el
baile de nombres y filias ya no despierta pasiones. El pasotismo es tal
que a la gente le importa un rábano quién sube y
quién baja.
No cabe duda de
que la preocupación primera y fundamental de los saharauis es la
cuestión nacional. Pero no es la única. Hoy la gente
tiene otras preocupaciones de ámbito doméstico, para las
que el XII Congreso debería aportar razonables esperanzas de
solución. La gente quiere saber si en este congreso nuestros
gobernantes van a frenar la corrupción o no. Preocupa la
impunidad de los corruptos. A la gente le preocupa la sanidad, la
educación, el comercio, el funcionamiento de la
Administración pública, la emigración, la
distribución de víveres, etc.
Tomando por
bueno el primero escenario cabe advertir que la última gira del
Jefe del Estado por las distintas regiones militares y su
disposición a escuchar las opiniones del público, debe
interpretarse como el pistoletazo de salida para el año largo de
preparación para el próximo Congreso General del F.
POLISARIO. Forma parte ya de la liturgia polisaria que estos eventos se
produzcan para que la gente se exprese y vomite lo que piense, para que
se siente parte importante por ser visitada, escuchada y atendida por
la más alta magistratura del poder. Esos repentinos accesos de
humildad del Poder, gustan a la galería y refuerzan el contrato
social firmado entre gobernantes y gobernados.
Pero, visto que
la solución al conflicto no depende, en exclusiva, de lo que se
diga o decida dentro de las paredes del XII congreso, seamos
posibilistas y abordemos en profundidad las cuestiones que están
en nuestras manos y que realmente importan al ciudadano y cuya
solución eleva, en varios puntos, el grado de bienestar mental
del ciudadano. Por una vez, fijémonos en nosotros mismos.
Dejemos, por un momento, a Marruecos, la ONU, la MINURSO y la
interminable sopa de letras. Dediquémosle esfuerzo e
imaginación a nuestros problemas internos. Hagamos, en
definitiva, un Congreso del año 2007. Y como dice el
refrán, “en Fuenteovejuna todos a una”, pidamos, todos,
sólo dos cosas: mejorar la gestión y atajar la
corrupción.
Aún a
pesar del enorme descontento social, creo que la legendaria paciencia
saharaui, todavía, puede volver a ofrecerles un voto de
confianza a nuestros gobernantes.
El hecho de que
los resultados de los anteriores congresos hayan sido proporcionalmente
inversos a lo esperado, por la sociedad, en cada uno de ellos, aconseja
no tomarse este voto de confianza como un cheque en blanco, sino como
la plasmación de nuestra firme convicción de que esto,
aún, se puede arreglar. Para ello tan sólo hará
falta, primero, que las fórmulas para mejorar la gestión
y atajar la corrupción sean fórmulas realmente
creíbles y vendibles a una opinión pública que ya
no está dispuesta a dejarse engañar y, segundo, que sean
capaces de transmitir una voluntad decidida y una determinación
inequívoca de llevar a la práctica tales fórmulas.
Es decir, crear un órgano, y si fuere menester dotarlo de un
poder sobrenatural, para que, pese a quien le pese, se ejecuten los
programas.
Quizás seamos bastante conscientes de las limitaciones de
nuestros gobernantes en el plano internacional y por ello no les vamos
a exigir lo que NN.UU misma ha sido incapaz de realizar.
Es igualmente
consciente nuestra sociedad de la enorme y rica experiencia
política de nuestros gobernantes y por ello no vamos a perder ni
un momento en la búsqueda de fórmulas que permitan
alcanzar ambos objetivos, porque estamos seguros que nuestros
congresistas lo pueden hacer.
Si nuestros congresistas consiguen implementar fórmulas para
mejorar la gestión y atajar la corrupción, sin duda
alguna, nuestra sociedad se daría por satisfecha y
podrían repuntar los niveles de popularidad de ciertos
mastodontes políticos
Hasta ahora la
percepción de la gente ha sido que los congresos no sirven para
nada, porque los mismos problemas que había antes persisten
después de cada congreso. Será este XII Congreso capaz de
hacer que la gente recupere la ilusión?. Será capaz, este
XII Congreso, de cambiar la percepción de inutilidad de los
congresos a los efectos de las cuestiones domésticas?.
Huneifa ibnu Abi Rabiaa. octubre de 2006.
Para contactar con el autor: ibnuabirabiaa@yahoo.es