LUÍS HERNÁNDEZ ROCHA
"En El Aaiún, un colectivo de ONGs activas en el ámbito de los derechos humanos, condenó las prácticas 'inhumanas' del Polisario contra los 'secuestrados' de los campos de Tinduf, denunciando la 'tiranía' y la 'barbarie' de los dirigentes de los 'separatistas'". Otro tanto ocurrió en París con ocasión del día internacional de los Derechos Humanos, donde se oyeron consignas del tipo "No al desmembramiento familiar", "Devolved los hijos a sus padres", "Los niños saharauis siguen siendo deportados a Cuba", y un largo y cacofónico etcétera.
Esta es, en resumen, la nueva y arcaica línea de ataque de los politólogos, ideólogos y militantes acérrimos del extremo Majzén marroquí: calumniar y desprestigiar al máximo al único representante legítimo y válido del pueblo saharaui, el Frente Polisario. En realidad, la línea en sí no es nueva, lo que sí lo es, es la obsesión paranoica que están teniendo los agentes monárquicos marroquíes con el asunto de los Derechos Humanos en los Campamentos de Refugiados Saharauis. Desde hace un par de meses, no ha pasado ni un solo día sin que oigamos una denuncia hecha por alguna supuesta asociación "pronosequé" referente a supuestos "crímenes, mutilaciones, deportaciones, robos y secuestros" realizados en los citados campamentos. Es como si de la noche a la mañana, todos los males conocidos y por conocer, con caja de Pandora incluida, se dieran cita en la árida y ruda Hamada de Tinduf, y que los voceros palaciegos marroquíes hubiesen sido nombrados su Heraldo Oficial. Hasta hace pocos meses, únicamente se oían denuncias esporádicas que formaban parte del aparato propagandístico marroquí en situación normal, sin embargo, hoy en día, el bombardeo de críticas y denuncias al Frente Polisario (y a través de éste, al pueblo saharaui) se ha convertido en algo sistemático y cotidiano; es el leitmotiv de todos los voceros promarroquíes, lo que da a entender que la situación actual es de alerta roja: todo vale, con tal de hundir al pueblo saharaui y sus actuales dirigentes; cuanto más abajo mejor y si se hacen inquilinos de Hades, mejor que mejor. No hay duda de que los desvergonzados majzenistas están nerviosos, demasiado nerviosos. Pero veamos la verdadera razón de todo el asunto.
Todos sabemos que la Comunidad Internacional ha sancionado de manera unánime el Plan Baker II y ha invitado al Reino de Marruecos a que lo acepte, pues los saharauis, contra todo pronóstico, lo habían aceptado. En un principio, el Majzén pensó que podía salirse con la suya una vez más, por lo que se negó rotundamente a aceptar el plan, sin embargo, tras varios encuentros oficiales y extraoficiales con políticos americanos, franceses y españoles, asumió lo que ya se veía venir desde hacía años: la solución del conflicto del Sáhara Occidental tendrá lugar en el ámbito de las Naciones Unidas y siempre respetando el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Tras la amarga asunción de la irreversibilidad del Plan Baker II, que prevé un periodo anterior al referéndum de autodeterminación, de cuatro a cinco años de autonomía saharaui, los majzenistas de mohamed 6º de Marruecos se dieron cuenta de que no estaban preparados para la nueva realidad geopolítica que se les echaba encima. Pues tal y como estaban las cosas, debían de concentrar todos sus esfuerzos, y los no suyos también, en arrancar votos a los futuros votantes del referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental, sobre todo a los posibles votantes marroquíes. Hemos de saber que el asunto del Sáhara Occidental es tabú en Marruecos, por lo que actualmente la gran mayoría del pueblo marroquí tiene un desconocimiento total del conflicto y de todo lo relacionado con él. Lo único que sabían hasta hace poco es que "el Sáhara es marroquí y los mercenarios de Argelia nos lo quieren arrebatar". Dado el ambiente político internacional y los sucesivos encuentros entre dirigentes marroquíes y saharauis, el bulo de "mercenarios argelinos" ya no tiene cabida, pues para la mayoría de los habitantes del planeta está claro que "el territorio del pueblo saharaui ha sido invadido por el Ejército Real Marroquí". Y es aquí donde radica el quid de la cuestión de la frenética campaña de desprestigio orquestada por los desvergonzados majzenistas: aunque parezca que el objetivo prioritario es desprestigiar a los saharauis en el ámbito internacional, en realidad no es así, pues el objetivo estratégico de los voceros reales marroquíes es desprestigiarlos en el seno de la población marroquí para, así, expandir el miedo y el terror entre los futuros votantes marroquíes. Toda la retahíla de denuncias y calumnias irrisorias con la que nos bombardean diariamente los artilleros de la mentira marroquí, no es más que un mecanismo goebbeliano para crear fobia y rechazo a todo lo saharaui por parte de la población marroquí. Está claro que el Majzén no se fía ni de sus súbditos.
Pero hay un problema que, en realidad, es un error garrafal cometido por los alfeñiques intelectuales majzenistas. Me refiero al grado de credibilidad de los individuos y asociaciones elegidos para llevar a cabo tan perverso menester. Si excluimos a unas cuantas personas que obran con buena fe, afectadas y seducidas por las lloronas representaciones teatrales de supuestos defensores de derechos humanos marroquíes, el grueso de los efectivos está formado por personajillos de muy dudosa reputación y nula credibilidad. De hecho, en su mayoría han formado parte del Frente Polisario y, hasta hace poco, denunciaban "crímenes, mutilaciones, deportaciones, robos y secuestros" llevados a cabo por el invasor marroquí en el Sáhara Occidental. Entonces ¿en qué quedamos? ¿Cuándo creerlos? Cuando han estado más de veinte años denunciando al invasor marroquí o, por el contrario, cuando de la noche a la mañana se han puesto a poner verdes a sus propios copaisanos saharauis. En el primer caso, al menos, existe una solidez cronológica indiscutible.
En resumen, los responsables del aparato goebbeliano del Majzén les ha pillado el Plan Baker II en bragas, por lo que se han puesto a enmendar el asunto de cualquier manera y con cualquier trapo por muy sucio que esté. Además, estos trapos sucios ¡perdón!, estos individuos, bajo la batuta marroquí, se han puesto a crear asociaciones oníricas imaginarias que en realidad no son más que espejismos efímeros en espera de una bajada de temperatura para desaparecer espontáneamente. Contaré una anécdota verídica para daros una idea más o menos aproximada de estos supuestos colectivos y asociaciones. Un tal Ahmed, miembro de una de estas asociaciones espejismo, le hace saber al supuesto presidente de su asociación que quiere dimitir, ¿y cuál fue la respuesta que le dio? Pues que no podía dimitir hasta que se diera de alta otro miembro, ya que para fundar una asociación era necesaria la existencia de al menos dos miembros. Es para quedarse mudo. Pero tampoco hay que olvidar que los miembros de una supuesta asociación son también miembros de las otras asociaciones. En fin, una red virtual de asociaciones fantasma mantenidas por la palabrería y la logomaquia de unos cuantos correveidiles consulares que, oportunamente, están dando a conocer su verdadera faceta mercenaria.
Para terminar, y como una prueba más de lo cortos de tiempo que están los ideólogos del Majzén, citaré algunos de los nombres designados para denominar a estas supuestas asociaciones: CADHS, PASVERTI, TSUF, ADESETI, SHUS, SDDE.... Ya estoy dudando de si realmente fue el aparato goebbeliano majzení quien dio nombre a las bastardas criaturas o fueron, más bien, los desvergonzados tránsfugas los autores de tan fina labor intelectual. ¡Vete a saber!
León, 12 de diciembre de 2003