A mas de un saharaui le habrá caído como jarro de agua fría las insólitas afirmaciones atribuidas por el periódico marroquí, La Gazete du Maroc, a Jaled Nezzar, ex ministro de Defensa de Argelia. Ningún portavoz oficial saharaui ha reaccionado. Tampoco las autoridades argelinas, aunque es a éstas a quien corresponde aclarar lo sucedido, despejar las dudas y reducir en lo posible sus efectos devastadores, a pocos días de una reunión decisiva del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sahara.
La prensa marroquí ha hecho un gran despliegue. No podría ser para menos. Para Rabat es un triunfo de incalculable valor, poco menos que la claudicación de Argelia y la derrota de sus postulados y estrategias en el noroeste africano. Nunca antes una alta jerarquía militar argelina, aunque fuera un decrépito jubilado como Nezzar, llego a cuestionar públicamente los principios tanto políticos como geo estratégicos sobre las que se basa la posición de Argelia en relación al problema del Sahara Occidental. Moral y políticamente, Argelia y todos sus poderes están emplazados a salir al paso y fijar posición. La pelota, en la jerga política, esta en su campo y no en otro.
Para los saharauis de a pie, el asunto es muy serio, es extraordinariamente grave por su impredecible impacto psicológico en sus filas. Por consiguiente no podemos entender y menos compartir las razones del mutismo de nuestros dirigentes. Urge pedir a los aliados argelinos las oportunas explicaciones, porque el pueblo saharaui en su conjunto, quiere saber con prontitud si el general jubilado, cuando se manifestó en esos términos habló por si mismo o por el contrario penso en voz alta en nombre de Argelia y de todos sus poderes, incluido el militar. Recuérdese que hace poco, medios de prensa argelinos se refirieron también a un supuesto cambio de posición en la víspera del viaje de Buteflika a Francia y de un pacto ya adelantado con el presidente francés, Chirac. Ni oficial, ni extra oficialmente hubo desmentido alguno.
Lo que se juega en el Sahara Occidental no es un asunto cualquiera. No es, no debería ser, como dio a entender Nezzar, una batallita de salón, con soldaditos de plomo, donde las reglas se pueden cambiar caprichosamente hasta por un septuagenario ex oficial con mas pena que gloria. El asunto es mas serio. Esta en juego el destino del Pueblo Saharaui, la configuración definitiva de un área geográfica importante, esta en juego la legalidad internacional en la que se fundamenta la posición de principios de la principal potencia del Magreb, están en juego sus intereses estratégicos, su credibilidad y su prestigio mundial.
¿Será verdad que para Argelia, tal y como dijo Nezzar, no hay necesidad de otro Estado en sus fronteras?; y la voluntad de los saharauis libremente expresada? ; y su derecho a la autodeterminación estipulado por legalidad internacional; y el Plan de Paz de la ONU y los acuerdos de Houston, asumidos solemnemente por Argelia?, son papel mojado?; qué le dirá a la Unión africana y los cientos de países que por su recomendación e influencia reconocieron al Estado Saharaui; qué respuesta dará la Argelia del "millón y medio de mártires" a los cientos, miles de organismos internacionales, organizaciones políticas, instituciones publicas, sociedades civiles y personalidades que en todos los rincones del planeta respaldan honesta e incondicionalmente a la lucha del pueblo saharaui?.
Los saharauis, todos, nos hemos sacrificado hasta los limites de lo imposible, luchamos hasta el ultimo suspiro para hacernos respetar. Nadie, ni la Argelia solidaria tiene derecho a pronunciarse en nuestro nombre y menos determinar nuestro futuro. Quizas, lo dicho por el general retirado no es causa de pánico, pero si nos debe abrir los ojos y no perdernos en medio de la penumbra, la confusión y la incertidumbre. Nos sobran razones para sentirnos muy agradecidos hacia Argelia, hacia su pueblo y hacia sus dirigentes, pero también hoy, nos asiste el derecho a emplazarla ante la historia...., el derecho a preguntarnos si será cierto, tal y como se desprende de las declaraciones de Nezzar que somos simples conejillos de indias, piezas insensibles de un macabro e inmoral juego. Tenemos derecho a saber dónde encajan nuestros sacrificios, sufrimientos, penalidades..., en fin, el interminable calvario de nuestra gente, sus esperanzas, sus sentimientos, sus vidas. ¿No se merecen un lugar mejor, mas digno, más respetable para la dignidad humana que la papelera reservada a "perdidas justificables" o los "daños colaterales" propios de todo choque de intereses mezquinos?
Los saharauis tenemos derecho a una explicación de nuestros dirigentes y también a exigirles responsabilidades. Las sufridas madres y viudas tienen derecho a saber en nombre de qué valores han derramado sus lagrimas, han perdido a sus hijos, hermanos y esposos; Los niños inocentes tienen derecho a cuestionarse porqué han quedado huérfanos, porqué nacieron y crecieron en las calamidades de la guerra y el exilio...,tienen derecho a saber lo que les depara el destino.. Mil y una veces fuimos sacrificados o traicionados en el pasado. Por eso nos negamos a aceptar que se siga jugando fríamente con nuestros sentimientos, con nuestras esperanzas y con nuestras vidas.
En Argelia, en sus poderes, en su grandioso y digno pueblo seguimos confiando. Sin duda alguna. Pero el sentido común nos obliga a emplazarla ante la Historia. La ocasión no puede más idónea. Argelia, sus instituciones civiles y militares, su opinión publica y su liderazgo han de expresarse de manera diáfana sobre la materia. Tienen sobre si una responsabilidad enorme. Han de asumirla ante la historia, ante la Comunidad Internacional y sobre todo ante ésta y las generaciones saharauis venideras.
* "L'Algérie n'a pas besoin d'un nouvel Etat à ses frontières", Samir Sobh, interview de Khaled Nezzar, La Gazette du Maroc No 306, 10.03.03.
* Interview
exclusive du général Nezzar au sujet du Sahara
Occidental, La Nouvelle République, Alger,
Partie
I "Toute politique courageuse est
douloureuse",11.03.03
Partie
II "L'Algérie ne devrait pas rester cent ans l'arme au pied"
12.03.03