TREINTA
Mohamed Ali
Treinta años hace de aquello, que sigue siendo esto: gramática parda, esperanto, arte de birlibirloque, ayuda humanitaria, noviembre plomizo, adobe rococó, vacaciones en paz, "los legendarios niños saharauis", el popurriSARIO, dogma, plastilina, "la música triste de las palabras, que se van adelgazando hasta el silencio", houl and blues,... más ceniceros llenos... y nosotros.
Vuelve, de veras, a arder París. Y, definitivamente, nace la mitología saharauía. (Usted, curioso lector, conserve su fe y siga tributando culto a la palabra 'esperanza').
"Treinta otoños masticando sueños" es el título del tango que venimos escribiendo los saharauis 'avec la lettre'.Treinta sueños, treinta mentiras, treinta.
Treinta vivos, treinta muertos, treinta.
Treinta son, treinta quisieron ser, treinta.
Treinta subieron, treinta bajaron, treinta.
Treinta se levantarán, treinta caerán, treinta.
Treinta sabios, treinta necios, treinta.
Treinta lloran, treinta cantan, treinta.
Treinta cadenas, treinta eses, treinta.
Treinta fusiles, treinta guitarras, treinta.
Treinta síes, treinta noes, treinta.
Treinta motivos, treinta poemas, treinta.
Treinta veces, sesenta veces, noventa veces.
17.11.05