OPINION

  

Las mentiras de Chartát

Abdati Breika Brahim

Chartát es un personaje fabuloso cómico conocido en la cultura saharauí. Las abuelas en el Sahara Occidental cuentan a menudo a los nietos sus innumerables chistes y aventuras.

Un día, Chartát venía de un largo viaje, después de estar ausente varios meses. Como manda la costumbre, los niños corrieron a recibir al recién llegado con muchísima alegría, esperando obtener cada uno lo que le toca de dátiles, galletas y caramelos.

- « ¡Tío Chartát!, queremos los dulces! », gritaban los pequeños.

Los niños insistían y el "Tío" tenía que dar una respuesta. Pero resulta que, de ese viaje, no traía más que la ropa que llevaba encima.

- « Escuchad pequeños ! », dijo Chartát, « Veis a ese valle, pues detrás de él encontrareis de todo, porque ahí dejé los camellos con la carga para que descansen un poco ».

Antes de terminar sus palabras, los niños ya estaban corriendo. Viéndoles, empezaron a ocurrirle unas raras ideas;¨ Por qué estarán corriendo los niños? ¿Qué puede haber detrás del valle? No debo dejar que se lo queden todo. Tengo que llegar antes".

Chartát apenas se veía, envuelto en el polvo que causaba al avanzar corriendo en dirección al valle que esconde la gran mentira que él mismo había inventado.

Tal vez la historia no se repite, pero parece que las mentiras sí. Las Autoridades marroquíes no dejan de repetir una y otra vez las mentiras que ellas mismas habían inventado un día, en el marco de una gran propaganda de falsificación.

Los "secuestrados marroquíes en Tinduf" es el nombre que insisten en utilizar para referirse a los habitantes de los campamentos de refugiados saharauís, situados al oeste argelino.

Desde que empezaron las visitas entre las familias saharauís, separadas por la invasión marroquí desde 1975, en el marco de las Medidas de Confianza, dirigidas por la Alta Comisaría de Naciones Unidas para asuntos de Refugiados (ACNUR o UNHCR), la agencia oficial marroquí, la MAP, anuncia cada semana la llegada de "secuestrados" a las zonas ocupadas, la de "marroquíes" a los "campos de secuestrados", la vuelta de éstos a la "patria" y la vuelta de los anteriores a los mismos campos de secuestro! (Desde luego, nadie habla del gran ambiente de alegría y orgullo creado al reunirse los saharauis sobre su tierra con dignidad, sin abandonar sus convicciones y, lo más importante, demostrando claramente su absoluto rechazo a la ocupación marroquí).

La misma noticia es difundida semanalmente por parte de la Agencia de la UN, pero sin mencionar el secuestro. Simplemente un intercambio de visitas entre familiares saharauís separados, unos viviendo al oeste del muro marroquí, en la parte del territorio del Sahara Occidental ocupada por Marruecos, y otros viviendo en la parte controlada por el Frente POLISARIO, al este de ese muro y en los campamentos de refugiados saharauís de la zona argelina de Tindúf.

La Comunidad Internacional, entonces, no reconoce la existencia de secuestrados marroquíes. Sólo reconoce situaciones muy claras; Refugiados saharauís de los que se encargan las Autoridades saharauis, en colaboración con la ACNUR, prisioneros de guerra marroquíes, la mayoría ya liberados, registrados por el Comité Internacional del la Cruz Roja (CICR), la diáspora saharauí y la población bajo ocupación, rodeada por soldados y colonos marroquíes.

Chartát inventó muchas mentiras y las Autoridades marroquíes también. En 1975, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) publicó un clarísimo veredicto a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui y en contra de las reivindicaciones de la monarquía (no conocemos ningún medio marroquí que haya publicado integralmente el texto adoptado por la Corte). Sin embargo, el mismo fue considerado, mentirosamente, por las autoridades marroquíes como una victoria para la llamada "integridad territorial", es decir la política expansionista, y motivo para iniciar la denominada "marcha verde".

Pero la misma "marcha" no era más que otra mentira. No sólo no era una simple manifestación pacífica organizada forzosamente el 6 de noviembre de 1975, sino que era una maniobra bien preparada para ocultar el crimen de la invasión del territorio del Sahara Occidental que las fuerzas del general Dlimi ya la tenían planeada en 1974 y ejercida el 31 de octubre de 1975.

¿Hasta cuando seguirán las Autoridades marroquíes este método de falsificación? ¿Hasta cuando trata a la gente como si ésta no tuviera los medios suficientes para comprobar que sólo se trata de mentiras? ¿Cómo pueden éstas Autoridades ignorar el testimonio de miles y miles de personas de todo el mundo que visitaron los campamentos de refugiados saharauís, así como la del ACNUR y decenas de ONG's que trabajan en el campo, para seguir hablando de "secuestrados en Tinduf"?

Marruecos debe saberlo y la Comunidad Internacional debe mostrárselo claramente; Basta de tratarnos así. El estilo de Chartát sólo sirve para engañarle a él mismo y a algunos pequeñitos desesperados que corren detrás del espejismo de caramelos enterrados en un valle de mentiras.

Campamentos de refugiados saharauis

10.08.04


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