Quisiera comenzar estas líneas, agradeciendo a arso.org. la oportunidad, que nos brinda a los ciudadanos sahrauis, para debatir, a cerca de una cuestión de tanta trascendencia para nuestro futuro como pueblo.

He leído con sumo detenimiento, el llamamiento echo por los camaradas anónimos y me parece una iniciativa pertinente, audaz, y respetable, independientemente de quien la firme, recoge a mi parecer, un sentir generalizado entre la población.

Yo como militante de base me adhiero a ella, con la condición de que sea el resultado de una meditada reflexión autocrítica y no de un arrebato momentáneo de protagonismo ó revanchismo contra el poder.

Sin duda, será celebrada por unos y condenada por otros. De lo que estoy seguro, es que dejara a muy pocos indiferentes, y de lo que no cabe duda, es que ha cosechado ya, su primer fruto: Ha generado debate politico en una militancia, hastiada y aletargada largo tiempo. En las tertulias del té, no se habla de otra cosa -el debate esta servido -.

A nadie escapa, que el F.Polisario, aglutina a militantes de las mas variadas tendencias políticas, cuyo nexo de unión, es la causa nacional. Iniciativas como la que nos ocupa eran de esperar. A mi parecer es una iniciativa que denota " La mayoría de edad del pueblo" que no precisa de mas tutelas, ni eslóganes y consignas vacíos de contenido. Es una iniciativa que dice basta a la demagogia y a al pensamiento dicotómico: "si no estas conmigo estas contra mí". Es una iniciativa que desafía la falacia, de que cualquier idea discordante con la cúpula del poder, necesariamente viene del enemigo, o cuando menos, le favorece, Con semejantes pretextos y tergiversación de la realidad, se cometieron excesos, y en ocasiones atrocidades, contra camaradas inocentes, que osaron disentir y defender sus propios criterios, discrepantes de los dictados del mandamás de turno.

Es la hora de la verdad: Postergar por mas tiempo este debate, es hurtar al pueblo la oportunidad de reconducir los hechos y llegar a un consenso nacional sobre bases sólidas y bien asentadas, en cuestiones vitales para nuestro porvenir como nación.

Traslademos la valentía y el coraje del campo de batalla al campo de las ideas también. : Debatamos, sin temas tabúes, ni miedos infundados. Pongamos sobre el tapete, temas trascendentes y candentes: ¿por qué no funcionan nuestras instituciones? ¿Quién maneja los presupuestos y a quien rinde cuentas? ¿Qué modelo de estado queremos? ¿Qué hacer con la cuestion tribal? : autentica bomba de relojería, que puede ser activada a distancia por el enemigo o utilizada en provecho propio, por políticos nacionales sin ética ni escrúpulos. Posponer o ligar la respuesta a estas cuestione y a muchas otras, a la recuperación total del territorio nacional, es a mi juicio, un error de imprevisibles consecuencias.

Es mucho más lo que podemos perder. Que aquello, que prevenidamente queremos salvar.

Dice un proverbio sahraui": El hierro solo se forja en caliente ". Si toleramos la falta de transparencia y de democracia, acabara anidando entre nosotros el despotismo, la corrupción, el servilismo. Y si eso ocurriera. ¡ Que más da! Que recuperemos o no la patria, si para entonces, nos habremos perdido a nosotros mismos.

Un hombre puede construir una hacienda, pero una hacienda no "construye "un hombre reza otro proverbio nacional. Del mismo modo, un pueblo sólidamente unido, con una ciudadanía responsable, consciente de sus deberes y sus derechos, con unas instituciones verdaderamente democráticas, que sirvan al interés común, ese pueblo recuperara, mas temprano que tarde, la soberanía sobre la totalidad de su Territorio Nacional, para edificar una nacion de CIUDADANO/AS LIBRES, pero la mera recuperacion del territorio, no garantiza por si misma, nada de lo anterior.

Lo deseable seria, que fuéramos sensatos y escarmentemos en cabeza ajena, sin tener que pasar por las mismas penalidades que padecieron otros, para llegar a la única conclusión posible: Los pueblos adquieren la mayoría de edad y no toleran mas gobierno, que la democracia efectiva, en un estado de derecho, donde la ciudadanía sienta salvaguardadas sus libertades. Ahí tenemos el ejemplo reciente de los palestinos, sufriendo las consecuencias de un ejercicio " paternalista del poder" de una cúpula de "omniscientes" que se aferra desesperadamente a al poder.

Seamos consecuentes: No hicimos la revolución para cambiar una tiranía extranjera por una nacional

Exijamos sensatez a nuestros dirigentes, mediante el ejercicio efectivo de nuestros deberes y derechos como ciudadanos dignos. Exijamos unas instituciones y uno/as dirigentes que estén a nuestra altura. No nos conformemos con la " la libertad de expresión". La consabida política de: Habla tú lo que quieras, que yo haré lo que me place.

Desahogarnos en los congresos, cantando las verdades y poniendo verdes, a quienes ya ni se inmutan, no conduce sino, al desanimo y a la constatación de la indefensión.

No nos conformemos con el desahogo verbal de las tertulias de té. Pasemos al compromiso politico de defender nuestras ideas, mediante de la militancia activa y participativa. Exijamos el cumplimiento de la ley, mediante la creación de cauces efectivos de participación ciudadana.

Exijámonos a nosotros mismos honestidad y sacrificio. Si la "Dirección" se ha "Desviado" es, porque como CIUDANO/AS hicimos dejacion de nuestros deberes y derechos.

¿ Tenemos los dirigentes que nos merecemos?

Saquemos provecho de esta larga travesía que nos ha tocado vivir; difícilmente llegaremos a destino sin un buen avituallamiento democrático, máxime, si tenemos en cuenta donde estamos.

Aprovechemos el único capital que tenemos: nuestra fe en nosotros mismos.

21.07.04